Realmente lejos de aquí.

Cambios.

La vida está llena de cambios. Y mi vida no deja de cambiar.
Me he acostumbrado a mi nueva vida. Se que no es tan bonita como lo era antes. Se que estoy prácticamente sóla de lunes a viernes. Apenas veo a mi familia, no tengo a nadie que me de los buenos días, ni las buenas noches, no tengo a una persona que me diga 'pasatelo bien', ni a nadie especial que se preocupe por mí, aunque varias personas se preocupan de saber como me ha ido el nuevo día.
Se que no estoy receptiva respecto a nada ni a nadie. Se que es egoísta darle la espalda ahora a todo, pero estoy mirando por mí. Como hace un año hacia. Y no puedo evitar sentir que esto me gusta. Me gusta.
Siempre he dicho que quería coger un coche e irme realmente lejos de aquí. Pues hoy me siento así. Realmente lejos de aquí.
Probablemente está sea la fase de cambios que siempre necesite. Estoy sóla yo en el pequeño mundo que tengo montado en mi cabeza. Y no dejó de ver los cambios, que pasan delante de mis narices sin darme apenas cuenta. No tengo tiempo ni de comer. Pero bueno..unos kilos de menos nunca vienen mal.
Estudio lo que me gusta a pesar de saber que pretendo aspirar a más. A mucho más.
La gente que me conoce siempre me decía 'Lo tuyo es la pintura'. Y lo he dejado de hacer. Deje de pintar hace mucho. Quizás estoy renunciando a mi vocación. O quizás no. Ahora me dedico a estudiar las patologías humanas.. Lo que hay dentro de un hueso, el estado psicológico de un herido, los dientes y todos los materiales quirúrgicos..
Yo, en una clase, con cinco o seis Natalias. La mayoría mayores que yo. Es un dato importante porque pensaba que mi nombre era demasiado especial, pero no no..
¡A mí!, que me marea ver una aguja. Que cuando me tienen que pinchar echo a correr por toda la sala, que él me tenía que sujetar la mano como sí fuera una niña pequeña.
He ido varias veces al médico este año. Nueve aproximadamente. En cada una de ellas le decía 'anda, ves arrancando el coche por sí acaso'. ¡Y nada!, que siempre que entraba salía con el culo dormido de la inyección que me ponían. Me gustaba ir al médico con él a pesar de que a él nunca le hacían nada, porque nunca le dolía nada. Siempre le decía a la medica ' Quizás, lo mejor será que la pongan la vacuna para que se encuentre mejor'. Yo le miraba con cara de asco, NORMAL. Él sabía el pánico que me da. Así que le daba una patada debajo de la mesa, le miraba y le decía 'Cariño, tú no eres médico, ¿a que no?..¿VERDAD QUE NO?'.
Pues claro que no lo era, pero todo lo que hizo, lo hizo por mí bien. Quizás..

Pero..ahora sólo se que al llegar a casa, a las 10. Me tumbo en el sofá y me pongo a mirar al techo hasta que mi padre me dice '¿Quieres ver una película?'
Es raro. Yo nunca he visto una película con mi padre. Hasta ahora.
Y hay se me olvida todo.

Todos son cambios.

«Los aeropuertos ven más besos sinceros que las bodas. Los muros de hospitales han escuchado más oraciones reales que las iglesias.»

Ahora toca saber esperar.